Se armó

O mejor dicho: "se desarmó".
Si, así es. El depto. en que he vivido por mas de 6 años es un caos total, hay cajas por todos lados, cintas de embalaje y cartón corrugado. Mi departamento se desarmó.
Esto, porque en unos días más me cambio a una casa.
La casa nueva (que no es nueva) es más grande, tiene más dormitorios (para que lleguen más visitas), un lugar para guardar autos y patio para que podamos tener a nuestros perros y hacer asados... ah y donde instalar un espacio para el maestro del hogar, Mauricio.
Está ubicada cerca de la casa de mi mamá (así que ahora estaremos más tiempo juntas), tiene vista al mar (eso si que cuando le construyamos una terraza podremos disfrutar realmente de ese panorama) y está mucho mas cerca de lo que nos interesa desarrollar como pareja, un proyecto para Dios.
Y así empieza un cambio sin precedentes en mis historia personal. Pasaré de vivir en un refugio que me acoge (mi departamento) a un lugar que se convertirá en un refugio no tan solo para mi, sino que para muchos más (la casa). La vida que hasta ahora llevé, no será sólo mía, será de otros que necesitarán de mi y los sueños que un día tuve, ahora se convertirán en realidad.

Lo que dejo atrás causa en mi una sensación de satisfacción. No puedo pedir nada más de lo que El me ha dado.
En mi departamento he sido completamente feliz. Formé un hogar, recibí a mi familia y también a mis amigos. En mi departamento crecí como persona, di mis primeros pasos como mujer casada, aprendí a vivir en pareja, tomamos nuestra primeras decisiones como matrimonio, incluso nuestras primeras discusiones también fueron ahí. Abrimos los regalos de boda, preparé los primeros platos de comida para mi esposo, celebramos nuestro matrimonio por el civil, navidades y años nuevos... cumpleaños y aniversarios de boda.
Disfrutamos de la vista y escuchamos el viento, (está ubicado en el piso 13).
Llegamos ahí, no con mucho, nos adaptamos y de a poco nos fuimos agrandando: cortinas, veladores, televisor, muebles (al principio el juego de living me lo prestó mi mamá), lámparas, el piso nuevo, comedor, etc.
Desarmar todo hace que mis sentimientos se encuentren entre la nostalgia de lo vivido y la ansiedad por comenzar una nueva etapa de mi caminar.
Cuando miro hacia atrás mi corazón se alegra y si miro hacia adelante mi corazón se acelera.
Son tantas las cosas que nos esperan... ¡Allá vamos!